Colegio de Periodistas en Honduras alerta sobre campaña de odio desde sectores oficiales

El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) hizo una denuncia pública sobre una campaña continua de estigmatización y amenazas hacia periodistas en la nación, señalando que sectores del gobierno y el partido oficialista Libertad y Refundación (LIBRE) son los impulsores. La agrupación profesional afirma que estos ataques sistemáticos ponen en riesgo la libertad de expresión y el trabajo periodístico, y han llevado la situación a foros internacionales para advertir sobre el debilitamiento de las garantías democráticas.

De acuerdo con el informe del CPH, los ataques pueden manifestarse de múltiples maneras, como amenazas e insultos en plataformas digitales, así como procesos legales impulsados por entidades estatales. La asociación menciona que quienes trabajan para el gobierno y algunos activistas en línea relacionados con el oficialismo han creado un discurso de desprestigio hacia medios y periodistas que son críticos. Esta situación, según el reporte, abarca intentos de obligar a revelar fuentes de información, un aspecto que, en el entorno de Honduras, se interpreta como una infracción directa al secreto profesional respaldado por normas internacionales.

Entre los ejemplos más recientes, se registran querellas presentadas por las Fuerzas Armadas y otras organizaciones del gobierno, que de acuerdo con el grupo, buscan detener pesquisas sobre presuntos actos de corrupción o abusos institucionales. Además, se observa un incremento constante de campañas de desprestigio efectuadas por cuentas anónimas o falsas, frecuentemente denominadas como “tropas digitales” alineadas con el oficialismo, que publican mensajes ofensivos y exponen públicamente los rostros de periodistas.

Incremento en la retórica oficial y nerviosismo antes de las elecciones

Uno de los elementos que más preocupación ha generado es la creciente hostilidad desde el Congreso Nacional. En particular, el presidente del Legislativo, Luis Redondo, ha emitido recientemente declaraciones dirigidas contra la prensa, en un tono que el gremio interpreta como parte de la estrategia de deslegitimación. Estos discursos ocurren en un contexto de creciente tensión política, de cara a las elecciones generales programadas para noviembre, donde la confrontación entre el oficialismo y la oposición se ha intensificado.

El uso de plataformas institucionales para difundir mensajes hostiles hacia la prensa refuerza un ambiente de presión que, según el CPH, ha generado efectos como la autocensura y el retraimiento de voces críticas en los medios. Esta dinámica, enmarcada en una coyuntura electoral, ha sido leída por actores del gremio como una señal de que el periodismo independiente enfrenta un cerco institucional y digital sin precedentes desde el retorno a la democracia.

Preocupación internacional y llamados al cese de la intimidación

Varias organizaciones globales han expresado su preocupación por la situación. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Reporteros Sin Fronteras y ARTICLE 19 han lanzado declaraciones criticando lo que describen como un paso atrás en las protecciones para el libre ejercicio del periodismo en Honduras. Estas entidades coinciden en señalar que las acciones reportadas crean un entorno de riesgo que amenaza derechos esenciales y el papel del periodismo en la supervisión del poder público.

Estos personajes, junto con el CPH y entidades nacionales, han solicitado al Gobierno asegurar la seguridad real de los periodistas, además de detener de inmediato cualquier tipo de amenaza, ya sea directa o indirecta. Recalcan que la libertad de prensa no es solo un derecho personal, sino una condición crucial para que la democracia funcione.

La denuncia del Colegio de Periodistas de Honduras se enmarca en un momento de fuerte polarización política y creciente desconfianza entre instituciones y sectores sociales. A pocos meses de las elecciones, el señalamiento sobre una campaña sistemática de hostigamiento contra la prensa pone en evidencia tensiones estructurales en torno a la libertad de expresión, el uso del aparato estatal y la calidad del debate democrático en el país.

By Jaime Navarro