Dentro de un panorama de creciente polarización política y crisis institucional, Honduras se enfrenta a un reto crucial referente a la libertad de prensa. El país ha sido ubicado en la posición 142 de 180 en el índice global de libertad de prensa para el año 2025, elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF), lo cual refleja la frágil situación que atraviesa el periodismo en la nación. La posible victoria del partido político LIBRE (Libertad y Refundación) en las próximas elecciones aumenta las inquietudes sobre un escenario aún más restrictivo para los medios de comunicación y la libertad de expresión.
La amenaza de un contexto autoritario
Honduras atraviesa una situación donde la libertad de prensa se ha visto gravemente deteriorada en tiempos recientes. La mezcla de una creciente polarización política junto con las políticas opresivas de ciertos sectores del gobierno ha creado un ambiente de intimidación hacia los medios críticos y los periodistas que operan de manera independiente. En este contexto, el triunfo de LIBRE podría intensificar las tensiones contra la prensa, con un aumento en los riesgos de censura, criminalización de la disidencia y ataques directos a los comunicadores.
La interacción entre el partido LIBRE y los medios de comunicación ha estado caracterizada por episodios de tensión. Se han presentado varias quejas de acoso, amenazas y presiones por parte de periodistas y entidades internacionales en tiempos recientes. En este contexto, especialistas en derechos humanos alertan que un aumento del control de LIBRE en el gobierno podría resultar en una estrategia más hostil hacia los medios, arriesgando el derecho a la libertad de expresión y la posibilidad de que los ciudadanos accedan a información sin censura.
Reacciones internacionales y nacionales
Diversos organismos internacionales, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), han mostrado su preocupación ante el deterioro de las condiciones para el ejercicio del periodismo en Honduras. En este sentido, han instado al gobierno de la presidenta Xiomara Castro a crear un entorno seguro y libre para los periodistas, particularmente durante el proceso electoral, donde la cobertura mediática es esencial para garantizar la transparencia y el fortalecimiento de la democracia.
Además, las entidades defensoras de derechos humanos activas en el territorio nacional han expresado su preocupación sobre las amenazas constantes hacia los comunicadores. Estas amenazas no se limitan a agresiones físicas y verbales, sino también incluyen la criminalización de la labor periodística. Ha habido un incremento en los ataques contra la prensa y los periodistas, acompañados de estigmatización y desprestigio promovidos desde organismos estatales, complicando aún más el derecho a la información.
El escenario político y sus implicaciones para la democracia
El ambiente de polarización política y social que define a Honduras hoy en día resalta una vulnerabilidad creciente para los periodistas y los medios de comunicación independientes, quienes a menudo se ven obligados a funcionar bajo constantes presiones. El triunfo de LIBRE podría fortalecer un clima de represión, donde las voces críticas hacia el gobierno sean cada vez más silenciadas, no solo mediante censura directa, sino también a través de tácticas más discretas, como la propagación de desinformación, la difamación y las presiones legales.
En este contexto, el ejercicio del periodismo independiente podría verse cada vez más restringido, lo que implicaría una erosión de los valores democráticos fundamentales, como la transparencia y la rendición de cuentas. Un escenario de represión creciente hacia los medios puede contribuir a un círculo vicioso de desinformación y manipulación, en el que los ciudadanos se vean privados de una fuente confiable de información sobre las decisiones del gobierno y su impacto en la sociedad.
Desafíos y riesgos para la institucionalidad hondureña
El incremento potencial de la censura y los ataques a los medios de comunicación si LIBRE mantiene o amplía su poder en el gobierno representa un desafío esencial para la democracia del país. La independencia de la prensa es fundamental para el sistema democrático, y cualquier daño a ella no solo perjudica a los periodistas, sino que también afecta directamente el derecho de la población a estar informada y a tomar decisiones de voto informadas.
La comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos y actores nacionales están en alerta ante la posibilidad de un deterioro aún mayor de la libertad de prensa en Honduras. A medida que se acercan los comicios, será fundamental que el país garantice un entorno libre de intimidaciones, amenazas y manipulación informativa, para que los periodistas puedan desempeñar su rol en el fortalecimiento de la democracia, sin que su seguridad o integridad se vea comprometida.