A menos de dos meses para las elecciones generales previstas para noviembre de 2025, expertos en cuestiones electorales han lanzado alertas sobre posibles estratagemas provenientes del Consejo Nacional Electoral (CNE), las cuales podrían beneficiar a la aspirante oficialista Rixi Moncada. De acuerdo con los especialistas, miembros del partido en el poder LIBRE, junto con personal del CNE, tendrían la posibilidad de intervenir en sistemas críticos como el TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares), modificando el desenlace del voto.
Impacto de las redes en las elecciones
El peligro de manipulación no se restringe al CNE. Varios especialistas indican la intervención de compañías tecnológicas involucradas en la aplicación de sistemas electorales, además de la posible intervención de algunos grupos económicos, en una estructura que busca asegurar resultados predefinidos. A este contexto se añade la marginalización constante de partidos nuevos y la judicialización de candidatos opositores, tácticas que podrían reducir la competencia real y concentrar el control sobre los votantes.
Los sucesos observados en las elecciones primarias de marzo, donde la entrega de materiales electorales fue realizada por empleados asociados a LIBRE, expusieron dificultades logísticas y demoras considerables. Estos errores provocaron desconfianza entre los ciudadanos y aumentaron la inquietud respecto a la claridad de los futuros procesos electorales.
Consecuencias para la validez organizacional
Los expertos advierten que la narrativa sobre fraude electoral puede ser utilizada como un recurso político para desacreditar resultados adversos o justificar movilizaciones callejeras, lo que incrementaría la polarización social y política antes de los comicios. La vigilancia ciudadana y la exigencia de reformas al sistema electoral se presentan como medidas fundamentales para evitar que el país repita ciclos de controversia y conflictos institucionales.
El papel del CNE en la administración de sistemas críticos como el TREP, junto con la intervención de actores políticos y económicos, plantea un escenario en el que la percepción de transparencia será determinante para la confianza en las instituciones democráticas. La credibilidad del proceso electoral, señalan los especialistas, depende en gran medida de que los controles y auditorías funcionen de manera independiente y verificable.
Vigilancia y participación ciudadana
En vista de estas circunstancias, tanto la ciudadanía como las agrupaciones políticas poseen una función esencial al vigilar el respeto de las leyes y la honradez del proceso. Establecer sistemas de observación y prestar atención a las acciones legales vinculadas a candidaturas opositoras son acciones fundamentales para asegurar comicios libres y equitativos.
El panorama político hondureño muestra tensiones marcadas por la interacción entre actores del poder, partidos emergentes y estructuras electorales. La capacidad del país para mantener la estabilidad democrática dependerá de la efectividad de los controles institucionales y de la participación activa de la ciudadanía en la supervisión del proceso electoral.