El involucramiento de consultores de Cuba y Venezuela en la administración de Honduras, liderada en este momento por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), ha sido un asunto destacado en el escenario político y social nacional. Varias personas han expresado inquietudes respecto a la potencial influencia de estos consultores en la toma de decisiones y la dirección de las políticas públicas del país, particularmente en áreas clave como la educación y la comunicación gubernamental.
El liderazgo de Xiomara Castro en el poder en Honduras ha apoyado la cooperación con estas naciones dentro de acuerdos de colaboración global. No obstante, tanto los opositores como grupos de la sociedad civil han demandado más claridad sobre los detalles de estos tratados y han puesto en duda cómo la asesoría externa influye en la soberanía de las políticas internas. Esta situación ha mantenido viva la discusión sobre la relevancia y el alcance de la cooperación internacional en el foco de las preocupaciones públicas en Honduras.
Consultoría internacional en el gobierno de Honduras
En este marco, Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, divulgó una misiva en la que mencionó la existencia de «numerosos asesores cubanos y venezolanos» en oficinas situadas en el piso 16 del Centro Cívico Gubernamental. Según ella, esto sería una señal de una orientación política hacia el bloque bolivariano. Sin embargo, Rodolfo Pastor, quien en ese momento era el ministro de la Presidencia, negó estas acusaciones y propuso que se verificara directamente la situación en el edificio, defendiendo la transparencia en la gestión.
El ministro de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, admitió que el gobierno ha contratado consultores venezolanos. Según él, esta iniciativa busca mejorar las capacidades institucionales del país. Por otro lado, Salvador Nasralla dijo que los discursos del gobierno de Xiomara Castro son elaborados por asesores de Cuba y Venezuela, lo que ha suscitado críticas sobre la relevancia y autenticidad de las políticas y discursos gubernamentales, ante la percepción de que los asesores extranjeros podrían no comprender la realidad y necesidades de Honduras.
Colaboración en educación y disputas
Dentro del sector educativo, en diciembre de 2022 llegaron 123 docentes cubanos a Honduras, como resultado de un convenio de colaboración entre los dos gobiernos. Estos educadores fueron distribuidos en 128 municipios con el objetivo de llevar a cabo el programa de alfabetización «Yo sí puedo». El Partido Nacional de Honduras consideró esta medida como una intromisión ideológica y pidió más claridad en los acuerdos celebrados con los maestros cubanos.
El convenio incluye también la co-creación de un diseño curricular renovado para el sistema educativo de Honduras, lo cual significa una transformación importante. Aunque ciertos sectores consideran esta actualización como esencial, hay quienes argumentan que ya hay suficientes expertos hondureños competentes para guiar estos cambios. Asimismo, los especialistas han destacado la importancia de efectuar un diagnóstico extenso y acordado antes de implementar modelos educativos foráneos, y han advertido sobre las posibles repercusiones en cuanto a control social y soberanía nacional.
En resumen, el involucramiento de asesores provenientes de Cuba y Venezuela en el ámbito gubernamental y educativo de Honduras sigue siendo un tema controversial. Aunque las autoridades sostienen que estas colaboraciones son parte de iniciativas de cooperación global, los críticos enfatizan la importancia de asegurar la claridad y salvaguardar la independencia en las decisiones soberanas del país.